Juguetes caseros para tu amigo peludo

Si tienes un amigo de cuatro patas, sabrás la cantidad de juguetes que pueden llegar a acumular (eso sí, siempre tendrán uno favorito). Los juegos y entretenimientos de calidad, con sus correspondientes certificaciones de seguridad, pueden resultar un poquitín caros. Si tu animal es un destrozajuguetes o nunca recuerda dónde los dejó la última vez que jugó con ellos, será tu bolsillo quien sufra las consecuencias.

¡No te preocupes! En este post te enseñamos cómo hacer tres juguetes para perros con materiales reciclados y cosas que te sobran en casa.

La importancia de jugar para los canes

El juego es una necesidad básica que todo perro debe cubrir a diario. Aunque las ganas de jugar son mayores en la etapa de cachorro, el animal requerirá practicar actividades lúdicas durante toda su vida.

A través del juego, los perros desarrollan su intelecto. Comprenden el funcionamiento de las cosas que los rodean en su día a día, aprenden a controlar su fuerza y entienden cuál es su lugar en la jerarquía familiar.

Por otro lado, los beneficios de jugar para el animal son extraordinarios. Fortalece su musculatura y sistema óseo, mantiene su cerebro activo y les ayuda a liberar la energía acumulada durante el día.

Además, los vínculos emocionales que el juego puede generar resultan fundamentales para el bienestar emocional de tu amigo peludo. Tanto si juega con otras mascotas o con seres humanos, el animal agradecerá enormemente los momentos de socialización con otros compañeros de juego.

Conocida la importancia del recreo para las mascotas, apúntate estos paso a paso y obsequia a tu perro con un pequeño tesoro. ¡La alegría le saldrá por las orejas!

¡Fabrica juguetes con aquello que ya no usas!

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Mordedor de trenza

Si existe algo que les encanta a los perros, es morder. Si no pueden recurrir a los objetos adecuados, pueden ocasionar daños en el mobiliario del hogar o incluso lastimarse su propia dentadura. ¡Ni te imaginas lo fácil que es proporcionarles un mordedor casero!

Hazte con un par de camisetas viajas o retales a los que no sepas que uso dar. Hazte con unas 4 o 5 tiras de tela, de unos 3 centímetros de ancho y 15 de largo. Átalas todas en un extremo con ayuda de otra tira más corta. Después, trénzalas hasta el final y vuelve a unirlas en la parte opuesta. ¡Listo!

Te recomendamos que aprietes todo lo que puedas. Así, el juguete ofrecerá mayor resistencia al animal y éste se desvivirá por mordisquearlo. ¡Prueba a combinar colores divertidos para llamar la atención del perro!

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Dispensador de chuches

Los distribuidores de golosinas, conocidos como kongs, suponen un auténtico rompecabezas para los perretes. Además de fortalecer sus dientes y mandíbulas, fomentan el desarrollo de su intelecto, su concentración y su capacidad de búsqueda.

Estamos seguros de que, como buen dueño, tienes alguna pelota vieja de tenis en algún rincón de casa. Recupérala, hazte con unas tijeras o cúter y un buen puñado de snacks perrunos.

Realiza un corte en la pelota, justo en una de las guías, sin llegar a completarlo. Es necesario crear una especie de tapadera que permita introducir la comida y hacer parecer al animal que la pelota está intacta.

¡Consejo NortemBio! Si tu perro nunca ha tenido juguetes de este tipo, te recomendamos que introduzcas recompensas de olor fuerte las primeras veces. Así, sabrá que hay algo dentro a lo que puede acceder con insistencia y un par de mordiscos.

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Botella rompecabezas

El planteamiento de retos mentales al animal ayuda a potenciar su perseverancia y su capacidad para pasar tiempo solo. Cuanto más complicado sea el desafío, mayor será el período que el perro necesitará para resolverlo.

¿Qué necesitarás para hacer este juguete? Una botella de plástico, trozos de tela y golosinas para animales. ¡Mientes si dices que no tienes todo esto en casa!

Quítale el tapón a la botella y realiza varias ventanitas en su superficie con la ayuda de un cúter. Puedes colocar cinta aislante en los bordes de los cortes para evitar posibles heridas al animal. Después, ve introduciendo tiras de tela y chuches hasta que la botella esté repleta de premios escondidos.

¡Este juguete tiene tantas versiones como creativo seas! Prueba con botellas de varios tamaños, realiza más o menos agujeros, de distintas formas, introduce más recompensas y menos dificultades (¡o viceversa!) o coloca elementos de diversas texturas en la superficie del recipiente.

Si tu colega de rabo inquieto ya te adora, lo hará aún más cuando lo sorprendas con estas auténticas maravillas para sus sentidos.

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