¡HAZ TU PROPIA MERMELADA CASERA!

La mermelada perfecta existe

El verano es una época fabulosa para las frutas y verduras. Durante la temporada estival, son muchas las variedades disponibles en el mercado y no hay manera más encantadora y dulce de disfrutarlas que con una irresistible mermelada casera.

En este post te contamos algunos fundamentos esenciales a la hora de elaborar cualquier mermelada casera y te ofrecemos algunas variantes para que tus recetas se distingan del resto.

Utiliza fruta de temporada para tu mermelada casera

En verano se acaban las excusas para no comer frutas. Durante los meses de junio y julio los albaricoques, las cerezas, las sandías, los melocotones, los arándanos, los fresones, los plátanos, los higos y las uvas se encuentran en estado óptimo para su consumo.

A finales de agosto, comienza la temporada de las manzanas, el membrillo, las granadas y la chirimoya. Como ves, existen muchas posibilidades a la hora de elegir los ingredientes para elaborar tu propia mermelada casera.

Respeta la proporción de azúcar

Las mermeladas contienen gran cantidad de azúcar, necesaria para la conservación y textura. Lo ideal es que el azúcar ocupe el 50 o 60 % de la cantidad total de fruta. Te recomendamos que emplees una balanza o peso de cocina para calcular las cantidades y, de esta forma, no quedarte corto ni excederte.

Otro ingrediente esencial es la pectina. Se utiliza como espesante natural ya que, al contacto con el azúcar y los ácidos de la fruta, consiguen una textura de gel en las mermeladas. Las frutas contienen pectina de forma natural. Las que más pectina contienen y que, por tanto, no necesitan añadir un extra son los membrillos, manzanas y cítricos.

Mermelada casera de melocotón

INGREDIENTES

mermelada casera

Preparación

Pela los melocotones y lávalos correctamente. Trocea la fruta en porciones pequeñas y comprueba que equivale a 1 kg. A continuación, añade el melocotón a una cacerola junto al azúcar. Deja macerar durante 30 minutos para que la fruta suelte sus jugos.

Pasado ese tiempo, pon el recipiente a fuego moderado por 10 minutos. Cuando notes que la fruta se ablanda, añade el Ácido Cítrico y deja que se cocine por otros 20 minutos más.

El Ácido Cítrico ayudará a regular el pH del preparado y, además, prevendrá el ataque de bacterias, moho y hongos, consiguiendo una mermelada de mayor calidad.

Agrega a la mezcla la pectina junto a una cucharadita de azúcar. Con la ayuda de un termómetro de cocina, asegúrate de alcanzar los 115 °C. En el momento en el que consigas la temperatura deseada, retira la cacerola del fuego.

Opcionalmente, puedes triturar la mezcla obtenida o pasarla por un colador para que quede menos grumosa.

Mermelada casera de manzana

INGREDIENTES

mermelada casera de manzana

Preparación

Lava y pela las manzanas, retira el corazón y pícala en trocitos pequeños. En una cazuela añade la fruta junto al azúcar y deja macerar por un mínimo de 30 minutos.

A fuego medio, deja que la mezcla se cocine durante 10 minutos y agrega el Ácido Cítrico. Mantén el recipiente a la misma temperatura otros 30 o 40 minutos mientras remueves con un cucharón para asegurarte de que no se pegue al fondo.

Puedes triturar o colar la mezcla. Aunque no lo hagas, ¡ya tienes una deliciosa mermelada casera de manzana!

Un buen envasado es el mejor aliado de cualquier mermelada casera

No cualquier bote se merece contener tu riquísima mermelada casera. Lo ideal es contar con el tradicional tarro de cristal de cierre hermético. Antes de que lo utilices, debes esterilizarlo. Para ello, hierve el recipiente en un cazo con agua durante 15 minutos, después apaga el fuego y deja que se enfríe. Sácalo y deja que se seque completamente.

Para aumentar el tiempo de conservación, debes conseguir un envasado al vacío. Rellena tus tarros esterilizados con tu mermelada casera, reservando un dedo hasta alcanzar el cierre. La mermelada debe estar muy caliente. Acto seguido, dales la vuelta a los botes y déjalos boca a bajo durante unos segundos hasta devolverlos a su posición natural. Gracias a eso, se consigue llevar la alta temperatura a la tapadera, que se dilata. Cuando se enfríe el contenido, la tapa se hundirá y tendrás la conserva al vacío.

La prueba que garantiza que has obtenido el resultado que buscabas la encontrarás una vez que abras el bote. Si escuchas el característico ¡plop!, significa que todo está en orden. En caso contrario, significa que la mermelada casera no estaba correctamente envasada al vacío, por lo tanto, no es recomendable que la tomes.

El tiempo de consumo depende de la fruta, pero, si guardas los tarros envasados al vacío en un lugar fresco y seco, éstos podrán ser aptos entre 6 meses hasta más de un año. Si abres alguno, recuerda consumir en unas semanas y, en ese caso, mete la mermelada casera en la nevera para conservar mejor.

Como recomendación, etiqueta los botes con el contenido y la fecha de envasado para no confundirte y llevar un control de la posible caducidad de tus conservas.

Elabora mermelada casera, aunque no lleve frutas

mermelada casera de bacon

Puedes hacer mermeladas empleando hortalizas, vinos y licores, ¡incluso carnes! Por ejemplo, ¿qué te parecería probar una mermelada de bacon? Para ello, pica muy fino 250 g de bacon y dóralo en una sartén junto a media cebolla y un diente de ajo, añade un 60 ml de vinagre de manzana, 4 cucharadas de azúcar y 2 de miel. Deja que se cocine todo durante 2 horas a fuego bajo y ya tienes esta curiosa y deliciosa mermelada casera de bacon.

El límite lo pone tu paladar. Lo fundamental es que respetes las proporciones de azúcar, es decir, la mitad del total del ingrediente principal.

Estas elaboraciones son perfectas para acompañar platos principales y sorprenderán a cualquier comensal que las pruebe.

Como has comprobado, hacer una deliciosa mermelada casera no te tomará demasiado tiempo ni tampoco esfuerzo. Desde NortemBio, te animamos a que desarrolles tu creatividad y realices tus propias recetas para conseguir una insuperable mermelada casera.

Comparte en