Consejos para mantener tu rutina deportiva en verano

Todos sabemos que el verano no es la mejor época de año para mantener en pie nuestras rutinas deportivas. La subida de las temperaturas, las vacaciones y el ocio extra que llevamos a cabo durante el período estival pueden tentarnos a dejar de lado costumbres saludables como la de realizar algo de deporte. Incluso para los más adeptos al ejercicio físico, la estación del calor puede venir cargada de motivos para descuidar el hábito deportivo. ¡Todos ellos son falsos!

En este post te vamos a ofrecer consejos muy simples para que no dejes de lado tus prácticas deportivas durante el verano.

Ajusta tu horario a las temperaturas

De todos es sabido que las temperaturas ascienden considerablemente en verano, llegando a superar los 40 º C en algunos puntos del país. Realizar actividad física durante las horas de mayor calor puede resultar verdaderamente peligroso.

Las primeras horas de la mañana y las últimas de la tarde (¡incluso las primeras de la noche!) son las más idóneas para salir a hacer ejercicio cuando el calor aprieta. Evita por todos los medios practicar deporte al aire libre a partir del mediodía y durante las primeras horas de la tarde.

Aprovecha las horas más fresquitas de tu zona de residencia y elude de este modo el exceso de calor, la deshidratación y los desmayos por altas temperaturas.

¡Consejo! Aunque seas de los que prefieres el aire libre para hacer ejercicio, puedes valorar la opción de acudir a un gimnasio durante los meses de mayor calor.

¡Las vacaciones no son una excusa!

Que estés fuera de casa no ha de convertirse en una excusa para desatender tus hábitos saludables. Siempre puedes encontrar un lugar para realizar ejercicio allá donde estés y experimentar así nuevas prácticas deportivas.

Cambia el gimnasio por el aire libre, la playa o la montaña. ¡Y por supuesto, también puedes hacerlo a la inversa! Si tu alojamiento vacacional cuenta con instalaciones deportivas, descubre todo lo que un gimnasio puede ofrecerte.

¡Consejo! Material deportivo como gomas o bandas elásticas pueden convertirse en tu aliado perfecto para seguir hacer ejercicio durante el verano. Ocupan poco espacio, son fáciles de transportar y pueden combinarse con el mobiliario urbano para realizar multitud de ejercicios musculares.

Descubre cosas nuevas

Si vives en una gran ciudad y tienes la oportunidad de visitar la playa durante unos días puedes acercarte a prácticas deportivas que no hayas realizado antes. Nadar en el mar, hacer surf o el buceo pueden convertirse en tus descubrimientos del verano.

Del mismo modo, si visitas la montaña, aprovecha la ocasión para hacer senderismo, descender por algún río o hacer escalada.

¿Quién sabe dónde se puede esconder una nueva pasión?

Cuida tu hidratación

La elevación de las temperaturas incide negativamente en la facilidad con la que se lleva a cabo la práctica deportiva. Tanto como para evitar sustos innecesarios como para que hacer deporte no se convierta en una tarea pesada, es importante que te mantengas muy hidratado durante la práctica.

Lleva siempre contigo una botella de agua o asegúrate de tener provisión de ésta en la zona en la que vayas a realizar ejercicio (fuentes de agua potable, establecimientos hosteleros, puntos de venta).

Protégete del sol

La radiación solar es otro de los inconvenientes que se suma a lista de motivos para no hacer deporte en verano. Nosotros te vamos a contar como luchar contra ella y mantener así tus prácticas deportivas.

Además de evitar las horas centrales del día e hidratarte más concienzudamente, utiliza protectores solares para preservar tu piel de quemaduras solares. Busca zonas con vegetación abundante que puedan proporcionarte sombra y eludir así los golpes de calor y las lipotimias.

Exígete menos

Puedes aprovechar esta época del año para realizar ejercicio de una forma más relajada (¡Pero nunca dejar de hacerlo!). Establece rutinas sencillas que se adapten al clima, los cambios de horarios y los desplazamientos vacacionales. Salir a caminar o correr por la playa pueden convertirse en alternativas ideales a los deportes de alta resistencia y larga duración.

Además, por mucho que nos empeñemos en lo contrario, el verano siempre ha existido para disfrutar de la buena comida, dormir un poquito más y vivir, al menos durante unas semanas, con menos preocupaciones en la cabeza.

¡Feliz verano!

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